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Publicaciones
Influencias y sugerencias
Mario Giacomelli. Es el fotógrafo que más me ha influido; sin duda dio sentido a mi forma de ver la fotografía.
Lalo Borja. Me apasiona su forma de tratar la luz y las sombras.
Paul Kozal. Sus fotografías son pura poesía.
Foto R3. Es mi principal suministrador de película fotográfica.
Clorofila Digital. Es uno de los mejores laboratorios de Madrid, y de los pocos en España que revelan manualmente en B/N.
Poets.org y Poetry Foundation. Son unos grandes portales de poesía en inglés.
Deutsche Grammophon. Fantástico portal de música clásica.
Artnet. Es mi portal de arte de referencia para ver obras de otros artistas y seguir el mercado.
Sobre la exposición Angkor: Naturaleza y Misticismo
Angkor, y los demás sitios arqueológicos de los alrededores, forman uno de los conjuntos más espectaculares que el hombre haya construido sobre la faz de la tierra. Como centro de la vida palaciega y religiosa de los Jemeres desde el siglo X, se edificaron en Angkor un gran número de palacios y recintos religiosos, ya fueran dedicados a las deidades hinduistas o a la religión budista, por parte de los diferentes reyes que habitaron el lugar hasta su abandono hacia el siglo XIV.
Hoy en día, Angkor no te puede dejar indiferente; perdidas sus funciones originales, salvo pequeñas comunidades budistas, las únicas autorizadas a residir en el interior del complejo, el sitio rezuma un inequívoco halo místico, que combinado con el irresistible empuje de una naturaleza tropical, que todo lo abarca y todo lo engulle, resulta en una espectacular fiesta para los sentidos, en resumen, en una joya para el alma de un esteta.
Alejándome de los típicos y la vez tópicos enfoques sobre un lugar mil veces fotografiado, pretendo en este trabajo, y en línea con otros anteriores, resaltar aquello que me conmueve por su alto contenido estético, por el pequeño detalle, por captar una piedra, un árbol, una perspectiva, cosas que en un tiempo lejano quedarán inscritas en mi memoria, sin perder nunca de vista, eso si, el entorno, el maravilloso lugar llamado Angkor.
Borja de Madariaga
Poema sobre Angkor
Arrecia el monzón en agosto
y anega la morada de Visnú
abraza el musgo a la piedra
y mientras, Buda contempla
el paso inexorable de los tiempos
¡el verdor!, ¡el verdor!
estate alerta alma mía
aguza los sentidos
y el manto naranja de los monjes
se vislumbra en los caminos
dioses, hombres y templos
¡Angkor!
¡Angkor!
Inauguración exposición de fotografía
El Incendio
Ruge el fuego voraz
crepita el alma del bosque
convertido ahora en negra faz
¡el verdor!, ¡el verdor!
inútiles lamentos
sobre ceniza inerte
y estallan las piñas como fuegos de artificio
sembrando miseria
en recurrentes hogueras.
Troncos mortecinos
de fantasmagórica presencia
expían sus penas
en infinitos autos de fe
mientras el pertinaz viento
se ufana en siniestra alianza
con la pira inmisericorde
recorriendo los valles
avivando la llama de la muerte
que asola barrancas
y desangra las entrañas
del suave tapiz vegetal
cual impertérrito enemigo
de lid no buscada.
¡Cesa ya, cruel Mefisto!
Atiende las súplicas que por doquier
apelan a tu compasión
y deja que los brotes nuevos
resurjan bajo el sol de la mañana
Poemas estivales (II)
En la selva oscura, zozobra vital
como un bello ángel, apareciste, radiante
sonrisa infinita, alma sensible
Amor
tus finos dedos acariciaron la seca piel
de un hombre confundido,
mostrando con delicados besos
el camino de una nueva
esperanza]
Corre el tiempo con paso tenaz
y mi memoria se acoge a la imagen
de tu abrazo, libar, elixir jugoso
Susurros cómplices escapan entrelazados
Amor
faro eterno, guía en la niebla de mi torpe amanecer,
¡no dejes de iluminar mañana este agreste sendero!
¡camina a mi lado!
¡coronemos juntos con los corazones asidos
por la fuerza del amor, el sueño cierto de un futuro feliz!
Para Siempre
Poemas Estivales (I)
Recuerdo Para Ana
Bajo la sombra de castaños
y la fuente su rumor
aplaco el sol de mediodía
el recuerdo de tu voz
tus caricias
tu fragancia
¿dónde estás mi vida?
necesito tu calor
Suave brisa de verano
bancos de metal
de verde pintados
flores esparcidas por la tierra
entre bojs y geranios
el recuerdo de tus besos
grata humedad
despierta en mí el deseo
necesito tus abrazos
¡no te escondas morena!
regálame otra vez tu pasión
ojos verdes
dedos finos
largas piernas
¡vuelve aquí conmigo dulce miel!
¡vuelve aquí conmigo mi amor!
Estaré en Madridfoto
Hola a tod@s,
Sólo quiero comentaros que expondré una foto mía en Madridfoto del 7 al 10 del corriente en el Matadero Madrid. La podréis encontrar en la sala VIP del recinto.
Espero que os guste.
Venecia, luz de invierno
Ayer se inauguró en la Galería Biondetta de Madrid, mi exposición de fotografía “Venecia, luz de invierno”. Superado el típico nerviosismo inicial, ¿vendrá alguien a verla?, ¿le gustará mi trabajo a los que la vean?, pude relajarme y disfrutar de la compañía de amigos, conocidos y personas desconocidas que tuvieron a bien acercarse a la calle Almagro a visitarla. Lo cierto es que vino mucha gente, y pudimos disfrutar del trabajo, acompañados por unos estupendos Bellinis, había que hacer honor al país motivo de la exposición, y por un buen vino español, como no podía ser de otra manera. Estuvimos hasta la madrugada y la acogida de la exposición fue muy buena, lo cual me llena de orgullo. Sólo me queda dar las gracias a los que vinieron y animar a los que no pudieron hacerlo a que se acerquen, ya que tienen hasta el veintitrés de diciembre para disfrutarla. Para despedirme incluyo un pequeño ripio, que abre la exposición y pretende hacer entrar en ambiente para lo que va a continuación.
Venecia, luz de invierno
Clarea la mañana en la laguna
densa luz de invierno
casi sólida
viento gélido corta el rostro aterido
como dagas afiladas.
Despierta Venecia,
musa de Turner, Mann y Albinoni
bulle el Gran Canal
trasiego de Vaporettos,
ecos de pasos en la piedra gastada
atruenan estrechas callejuelas.
Puentes seculares
contemplan el paso calmo
de negras góndolas
largos remos penetran
las frías aguas
al son de voces graves.
Al atardecer
cuando el astro se oculta
el cielo se difumina en el horizonte
y Virtuosos Violines
sueñan la música del Maestro
tras paredes barrocas.
La ciudad Vacía. Poemas (V)
El Centro está Vacío
Ruge el viento
Entre paredes de ACERO y
Cristal
Espejo para nubes
que se pintan
Como rameras
al despunte del alba.
Torres Verticales
Agujas
que se clavan en los talones
de los dioses del Olimpo.
Líneas rectas,
esfuerzo hercúleo
de mentes prodigiosas
ecuaciones cuasi divinas
soportan el peso
COLOSAL
de recios materiales.
Prometeos belicosos diseñan
Desafiantes
Provocadores
respuestas audaces al silencio
de los cielos,
al callar de las preguntas que
Atoran corazones compungidos
vacíos de ÉL.
Templos de razón matemática,
Altares en altura, morada de sacerdotes
que contemplan las masas desde su
ATRIO secular.
Esta fue tu meta,
tortuoso el camino
que anduviste en pos de tu
sueño}
Solamente te describo el escenario
más de ti depende
decidir si crees
que aquí encontrarás
La Felicidad que tanto ansiabas.
¡Venga pues!, aguza la mente
ten presto el corazón
Siente,
allana la senda
para el alma Confusa
Algunos Perciben
entre sus paredes de cristal
envidiables virtudes,
frutos tangibles
de constante laboriosidad
CUALIDADES
labradas con cincel de hierro
Lícito Mérito
valientes decisiones
resultados contables
de expectativas alcanzadas.
Meros ejecutores son
de voluntades tomadas
en juntas y comités.
Pulcritud
La mayoría venlo,
Al Contrario
como cárceles del espíritu,
Morada de impolutos
Adoradores del vacío
que Juegan con manos diestras
SUEÑAN
con el triunfo que les impide
soñar
otros mundos;
Almas Tuertas
de corazones disminuidos
relegados
al papel de señores del metal
acaparan fatuas riquezas.
Suaves telas cubren cuerpos
HENCHIDOS por
gestas sin honor.
Guerreros Virtuales
PULULAN
por pasillos de bytes y
Algoritmos,
máquinas de gráficos,
Ajetreo, Ajetreo
actividad frenética
el alma Ausente
el Centro también está vacío
Nobel de literatura: Tomas Transtromer
Aquellos que tenemos cierta afición por la literatura, andamos todos los años por estas fechas, expectantes con el nombre del literato que se llevará el preciado galardón. No llego, confieso, al nivel de aquellos que cruzan apuestas y se juegan cuartos y opíparas cenas sobre el asunto, pero sí que me gusta seguir de cerca el asunto.
Como todos sabréis ya, este año los suecos han tirado para casa eligiendo al poeta Tomas Transtromer. ¡Un poeta!, ¡genial!, si pero….. ¿quién es este señor?. En España apenas ha sido traducido, y debo admitir que mi conocimiento sobre él fue casual, dado que me lo recomendaron en una librería este mismo año, antes del verano, al comentarle al librero que sólo suelo leer a escritores, ya sean de ficción o poetas, que esten muertos o casi, cada uno tiene sus manías, por lo cual estaba buscando un libro de un poeta norteamericano, ya casi nonagenario, y que recomiendo a todos, que se llama John Ashbery. Encontré el libro, “El juramento de la pista de frontón”, una maravilla sin duda en edición bilingue por la editorial Calambur, y de pasada el librero me habló de Transtromer, casi de la misma edad. Decidí hacerle caso y adquirí un ejemplar de “Deshielo a mediodía“, de Nórdica libros, también en edición bilingue, aunque debo reconocer que el sueco no es mi fuerte y no soy, desgraciadamente en muchos aspectos, como Borges, que creo recordar que aprendió danés, con el único objetivo de leer a Kierkegaard. El libro es un recorrido por toda su trayectoria poética, y reconozco que me gustó, aunque no podía pensar que llegara tan lejos. No soy nadie para juzgarle, pero a mí me gustó mucho más Ashbery, además no tiene Nobel, pero me alegro sobremanera que la elección de este año haya recaído en un poeta y que los amantes de la poesía podamos conocerle mejor y disfrutar de su verso.
La Ciudad Vacía. Poemas (IV)
El Jardín de los Senderos que se Bifurcan (Un poema)
No fue fácil
llegar hasta aquí,
bien lo sabes
ni lo será continuar,
adentrarte,
ante Las Decisiones
que marcarán tu existencia.
Diste pequeños pasos
tac}
tac}
tac}
pero todavía te encuentras
en el límite de la
NADA
lo que hagas, lo que digas,
lo que sientas
desde ahora
más que siempre
abrirá un camino,
pero cerrará
todos lo demás,
como órbitas opuestas
que impiden el choque de los
ASTROS
Galaxias en expansión
que se alejan.
Líneas paralelas
eternamente desconocidas
La vida nos regala aquellas
Sensaciones
que elegimos
pero nos HURTA
sin remedo aquello que dejamos
de lado}
¿Qué pasión se perdió
por un giro
distraído
de nuestra vista?
¿qué fragancia
dejamos de oler
mientras contemplábamos
minucias?
¿Qué vida pasó
de largo
a nuestra espalda
REFLEJO ETÉREO
al mirar un
escaparate?
Pared
que construyes con retazos
de descartes no queridos
aíslan tu mundo,
tu interior
Burbuja
en un mar
de burbujas
Chocan y Rebotan
siempre se repelen
NO LO DUDES
Tus elecciones
en cada momento
conforman tu
Universo
y se tragan como un
Agujero Negro
ANTIMATERIA
los despojos de tu
corazón.
Ahora ya lo sabes
estás aquí,
donde vayas
habrá un Opuesto
más no debe importarte
siempre tendrás la DUDA
más no mires atrás
pues ello paralizará
tu energía.
Coraza
Armazón
a prueba de balas
¡¡camina!!
¡¡camina!!
¡¡camina!!
Tu ánimo,
Príncipe de Hielo
Inmune al DESALIENTO
No permitas flaquezas
No cedas ante la
Incertidumbre
Elige YA
tu futuro,
sin dilación,
En el jardín de los senderos que se
Bifurcan
La Ciudad Vacía. Poemas (III)
El Puente
Surto
ante ti
Lo tienes enfrente
¿y ahora qué?
¿serás capaz de atravesarlo?
Llevabas tiempo sin dormir
Pensando
en este momento
Crucial
amagabas pero…
no te atrevías a llegar hasta
aquí]
son sólo varios pasos pero pesan,
pesan toda una vida,
como un petate a la espalda
lleno de piedras
tus complejos, tus miedos
quizá no te dejen avanzar hacia
Tu Sueño.
Quisieras medir tus fuerzas
antes de proseguir
porque sabes que lo que verás
va a cambiar tu
Destino.
¿Acaso no lo deseaste con denuedo?;
¿acaso no mirabas la otra orilla ya de chico?
¿cuántas veces te paraste en la linde
para contemplar,
incrédulo,
mientras pensabas que hasta
el aire
era más puro, más limpio
TODO, sería mejor?
Los pájaros
Lo cruzan a diario
y vuelven tal como partieron
Las hojas se mecen
arrastradas
de un lado al otro;
sí, a veces retornan
Ocres
y sin duda, antes fueron
Verdes,
Pero reconocerás que todo es recíproco,
¿o no?
Desde enfrente
¡aspavientos!
Te llaman para que te unas a
ELLOS.
Dudas, no te decides,
Sabes que quizá no te vuelvas a dar
Otra Oportunidad.
Y miras atrás
te aferras al miedo que sube
por tu estómago,
sientes que no vas a poder
Resistirte,
tu petate pesa, como una
Losa.
Pero ya está todo decidido,
no puedes evitarlo
¡Al fin te encaminas!
Tus pies arrancan, primero pesados
Sientes
la Brisa
en la cara, suave caricia,
ahora los pasos
se vuelven ligeros
y caminas deprisa,
AVANZAS]
Ya en el otro lado,
Vuelves la vista por última vez
y ves que la bruma ahoga tu barrio,
el polvo compite con la
Aridez
por ser el más fuerte;
la lágrima resiste a caer
por no ser la más débil;
¿Y tú?,
tu sólo ya miras de frente
mientras pasas al lado
del frío metal que sujeta la estructura del
Puente.
La Ciudad Vacía. Poemas (II)
Cerca está la Felicidad
Escombros,
polvo, calles sin asfaltar,
alcantarillas exudan al ras
ríos de heces
donde germinan malas
hierbas]
y cables desnudos fríen las patas
de inocentes pájaros.
Tuviste un sueño
acabaron tus penurias
cruzaste el Rubicón
extasiado
NO MIRABAS ATRÁS
porque querías salir
de aquí.
Pero los sueños se equivocan;
Cierto, erraste por poco
Todavía
Aún
lo tienes al alcance de la mano,
lo ves todos los días,
SÍ ¡ahí! ¡ahí!
Y lo deseas todos los días
SÍ ¡allí! ¡allí!
Sin embargo no puedes entender
el porqué
no lo alcanzas, se te escapa
¿es otro mundo?
Quizá no es real,
quizá sólo sea un espejismo
pintado
sobre el hermoso cielo.
La Felicidad,
la felicidad,
que te sacará de este oscuro
agujero
se encuentra a trescientos metros
sólo te separa
físicamente
el muro de coches, la carretera;
sólo te separa
en tu corazón
creer, CREER que puedes,
aceptar que perteneces
por derecho
a aquellos que son felices
que se consideran felices,
sí, felicidad
¡Felicidad!
¡Está tan cerca!
La Ciudad Vacía. Poemas. (I)
No creo que este poemario sea la excepción que confirma la regla. A mi entender las fotos que conformaron esta exposición reflejaban la belleza, incluso aquella belleza que pueden llegar a tener las cosas que a priori nos parece imposible que pudieran llegar a tenerla; los arrabales de una ciudad, las infraviviendas, los servicios malos o inexistentes, pueden genrar estampas dotadas de sutil belleza.
No fue mi intención al crear “City Emptiness”, justificar o denunciar nada, sólo dejar a los espectadores con la opción de contemplar algo que podía ser bello, algo sobre lo que pasamos delante todos los días sin fijarnos, a pocos metros de la M-30 en este caso, podría ser cualquier otra ciudad, agobiados por las prisas, el trabjo, los colegios, una cita….. Lo cierto es que cuando contemplé el resultado final, ví que se podía contar una historia, no sólo visual, sino literaria, en este caso poética, y decidí que algún día ésta vería la luz.
La historia la forman cinco fotografías de la exposicicón y cuenta el viaje de un ser anónimo en busca de un posible mundo mejor, en las antípodas de su vida cotidiana, pero a dos pasos de distancia de ella. El poemario lo publicaré en cinco diferentes entradas.
Es la primera vez que publico un texto escrito, aunque tengo varios, sobre todo relatos, y algunas historias sin terminar que podrían ser más largas, por lo que ignoro totalmente su posible calidad, y pido de antemano una crítica constructiva, y cierta conmiseración por mi posible torpeza.
La Ciudad Vacía
Gélida noche, vuelta a casa,
tras la ventana
del último tren,
contempla aturdido,
embotado,
el paso silencioso
de la ciudad dormida, desierta,
de la que cree oír la rítmica respiración
de su profundo sueño,
y piensa
en la relación de su ser
con el gigante de piedra
que durante el día le atrapa,
como a miles de otros seres,
en la vorágine,
actividad frenética,
reglada,
y a la vez caótica,
despojada de toda humanidad,
cruel y misérrima,
y los sentimientos
y los anhelos
de sus moradores chocan,
se cruzan, se rechazan, se juntan,
pero que al anochecer,
enfundada en raso negro,
nos permite vislumbrar nuestro propio yo,
como naufrago solitario
en un océano calmo e inabarcable,
iluminado por la luna llena,
y así poder zambullirnos
sentido último de nuestra existencia.
Así, mientras
ya camina
por el apeadero de la estación,
con las manos en los bolsillos,
cual fantasma errante
en busca de consuelo
no correspondido,
y la cara ajada por el punzante
Frío,
las preguntas fluyen
confusas
por delante de su mente aterida,
como maderos flotando,
Río
sin guía de expertos gancheros,
y las respuestas
se agolpan,
inconexas, desordenadas,
siempre acusadoras;
¡no hiciste!, ¡no quisiste!, ¡no debiste!, ¡no pudiste!,
por lo que él,
agobiado,
apremia el paso,
bajo la tenue luz
de las farolas,
y se pierde
en el negro manto de la ciudad
vacía.
Mi mirada: contemplación, belleza. (II)
Vivimos en un mundo que se mueve deprisa, muy deprisa. Los días siguen teniendo veinticuatro horas, pero muchas veces nos parece que nos falta tiempo para hacer o ver cosas. Estamos saturados de información que nos llega de todos lados y por multitud de canales, absorbemos pero no retenemos, nuestro cerebro se está adaptando a los nuevos tiempos pero ya nos es difícil recordar algo que hayamos aprendido, más bien, dedicamos mucho tiempo y esfuerzo en recordar dónde está almacenado aquello que vimos, leímos, escuchamos o dijimos.
Con el arte pasa lo mismo; somos multitud los creadores que gracias a las nuevas tecnologías pretendemos compartir con más o menos éxito lo que llevamos dentro, y el público no puede dedicar demasiado tiempo a algo o a alguien en especial, so pena de quedarse atrás, en estancarse, en no estar a la última. Todo ello sin contar el bagaje cultural que llevamos a nuestra espalda, con los diversos estilos en todas las ramas del arte a través de la historia. En resumen, si todo lo queremos ver, si todo lo queremos saber, sólo podremos mirarlo, sólo podremos dedicarle un mínimo espacio de nuestro tiempo, no podremos profundizar, nos será casi imposible contemplar.
Cuando decidí hacer la serie sobre Roma, viajé a aquella ciudad dos veces en el año 2008 por espacio de unas tres semanas. Lejos de dedicarme a tirar fotos de manera compulsiva, y predicando con el ejemplo de mi decisión durante el encuentro con los turistas, no hice en ese tiempo más de trescientas fotos, ¡menos de quince al día!, pero debo decir que a pesar de las largas caminatas y el peso de mi equipo al hombro, alrededor de doce kilos, disfruté como nunca de Roma, no sólo por el trabajo hecho, sino porque antes, durante y después de cada foto, pude contemplar la belleza de lo que fotografiaba. A mi me gustaría, me sentiría plenamente satisfecho, si alguien en su casa mientras lee un libro o escucha música, o cocina o lo que fuere, llegara a mirar una fotografía mía, y su yo interior decidiera dedicarle al menos unos minutos en contemplarla y que le transportase a otro lugar a otro tiempo, a un recuerdo que le hiciese conmoverse; no habría premio mejor para mí, sin duda.
Ponte Fabrizio, La Antichitá Romane. Giambatista Piranesi, 1756
Ponte Fabrizio, homenaje a Piranesi. “Roma; momentos de solitud”. 2009
Contemplación, belleza. Este binomio es el motivo último de mi trabajo. La belleza debe ser contemplada, no mirada; diez minutos, una hora, no veinte segundos, y la contemplación sólo se dirije hacia la bello, y lo disfruta el tiempo que sea menester. Siempre pogo un ejemplo que me ocurrió en una exposición de un fotógrafo chino hace unos años. Viendo aquella exposición llegué a una fotografía en la que aparecía un joven oriental en pantalones pirata y horrible camiseta sin mangas dando un salto, a la vez que un avión parecía querer entrarle por el oido. La fotografía era cara, el autor, quien fuese, de renombre, pero yo me pregunté: ¿pondría yo esa foto en el salón de mi casa?, ¿sería capaz de mirarla alguna vez, sí, quizá la primera o hasta la segunda vez, no más seguro, durante más de diez segundos?. Decididamente no es mi caso. Quizá voy a contracorriente, de hecho lo pienso muchas veces, pero no me importa. Para mí, aquella imagen no era bella. Tendría mensaje, querría contarnos algo, pero yo no podría mirarla una segunda vez, y digo mirarla, nó contemplarla, siquiera cinco segundos. La estética de la contemplación y la contemplación estética alivian el espíritu y relajan la mente. Pero elas necesitan de una acititud apriorística: la abstración del objeto que se contempla de otro significado que no sea la puera contemplación persé. ¿Desprendimiento?, ¿desapego de la realidad?, se me podría objetar. No creo yo que sea así; simplemente mi fotografía no tiene un componente “moral”, no juzga el contenido, el objeto, sólo intenta presentarlo con su belleza intrínseca para poder ser contemplado
Belleza. Existen muchos géneros en la fotografía, pero desgraciadamente casi todos olvidan la belleza en pos del mensaje. Yo no quiero transmitir otra cosa que belleza. Hay grandísimos fotógrafos, mucho más reconocidos que yo, que nos cuentan cosas, situaciones, instantes irrepetibles, momentos únicos, discursos sociales, etc… Yo lo respeto, no soy nadie para no hacerlo, pero a mí sólo me mueve lo bello, algo que se está perdiendo, y a mí me gustaría aportar mi granito de arena, porque contemplar la belleza, lo bello, nos acerca al UNO, cada cual que lo conciba como quiera, como diría Plotino.
Mi mirada: contemplación, belleza. (I)
Cuando estoy haciendo fotogrfías mucha gente me pregunta por mi cámara, es un armatoste con un cuerpo grande y siempre con trípode, y se queda sorprendida cuando les comento no sólo el tipo de cámara que és, una Hasselblad 503 CW, ¡que bonita!, suelen exclamar, sino el hecho de que disparo sobre película, sólo tengo una pequeña cámara digital, más bien para hacer fotos rápidas a mis hijos, o que mi novia haga fotos para el “making of”, y que además utilice una manivela para pasar el carrete, ¿es vieja esa cámara?, ¿no conoces las digitales?, son dos preguntas habituales. Lo cierto es que utilizo esa cámara primero porque es casi imbatible en definción y calidad de imagen y segundo porque tiene todo lo que necesito para expresear lo que yo veo y como lo veo.
Hasta mi segunda exposición individual no tenía formada una pequeña teoría de cómo quería hacer ver mi trabajo, y porqué quería que fuese visto de una determinada manera. Hasta entonces había realizado una exposición ( “Madrid; arquitecturas soñadas”) con una cámara de 35 mm y algunas fotos de la serie “Paisajes”, que es una seríe con principio pero sin fín, ya con mi “Hassel”. Sí tenía claro que mi nueva cámara me estaba cambiando, estaba formanado en mí un espíritu diferente y que el hecho de tener que utilizar carretes de doce fotografías, utilizar el fotómetro y regular las medidciones en el objetivo manualmente, me gustaba, me daba una especie de paz interior, y hacía que tomase mucho tiempo en hacer una fotografía y pudiese disfrutar del objeto, cualesquiera que fuese, fotografiado. Un viaje a Roma en otoño de 2007, y conversar con unos turistas españoles, me hizo vislumbrar lo que sería mi trabajo a partir de entonces.
Estaba sentado en un banco de una plaza cualquiera, no recuerdo cual, y se me acercaron unos turistas para que les hiciese una foto; resultó que eran españoles y la conversación derivó hacia los lugares que habían visitado en su viaje. Roma era la última etapa de un periplo que incluyó Venecia, Verona, Florencia, Pisa y Roma misma en diez días. Bueno, ¡conocían casi toda Italia!; cuando se fueron me quedé pensando en lo que me habían dicho y me vinieron a la cabeza varias preguntas: debe ser la sexta o séptima vez que estoy en Roma y todavía no la conozco de verdad. He estado un par de veces en Venecia y sólo tengo vagos recuerdos; habré estado cuatro o cinco veces en la Toscana y en cada nuevo viaje descubro nuevas y maravillosas sensaciones. ¿Cómo es posible que alguien conozca, en sólo diez días cinco ciudades de tamaño considerable, más algunos pueblos de propina en ese tiempo?; ¿que habrían retenido en su retina, si habrán visto decenas y decenas de monumentos y edificios a una media de 5 minutos como muchísimo por cada uno?.
Si yo a veces me puedo pasar una o dos horas sentado delante de la columnata de Bernini en el Vaticano, o que en cada viaje que hago a Roma, mi primer destino es ineludiblemente el cementerio protestante o “de los ingleses” en el que paso horas leyendo las inscripciones y epitafios de las tumbas, incluso bajo una fina y referescante lluvia de primavera, ¿soy un bicho raro o la gente no puede, físicamente hablando, “conocer” nada en cinco minutos?.
Cementerio Protestante (Roma. Momentos de solitud)
En ese momento recordé algunas cosas que había leido sobre la estética en Aristóteles y la contemplación y la belleza en Plotino. Entonces lo ví claro, yo quería enseñar a la gente a contemplar, que es radicalmente diferente a mirar, porque contemplar requiere tiempo y requiere abstracción, y decidí que mi siguiente exposición estaría dedicada a Roma, y a compartir con los que quisieran verla, lo que yo entendía, y sigo entendiendo, como el objetivo de mi mirada.
Un saludo para comenzar
Esta es mi primera entrada en el blog de mi página web, www.borjademadariaga.es, desde el que intentaré compartir con todos aquellos que tengan a bien leerme, experiencias, pensamientos, escritos y cualesquiera temas relaccionados fundamentalmente con el arte y los artistas, ya sea sobre fotografía, pintura, poesía, literatura en genral, escultura, etc…, que ocupan la base y son la esencia de este blog, y que con las opiniones y aportaciones de todos podamos pasar buenos ratos. Todo ello vería colmado sobremanera el objetivo primordial que me anima a empezar esta tarea.
Un fuerte abrazo,
Borja de Madariaga